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Desarrollo Sostenible y Patrimonio Inmaterial: Una Interconexión Necesaria

By 20 de junho de 2017junho 23rd, 2017Artigos

Lucas dos Santos Roque[1]

Angela Christina Ferreira Lara[2]

La UNESCO, en el ámbito de la Convención 2003, para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial[3],[4] (PCI), trabaja desde la perspectiva de que el PCI es impulsor y garante del desarrollo sostenible, en la medida que contribuye para la seguridad alimentaria, auxilia a mantenerse en buena salud, aporta a un modelo de educación de valores y competencias para la vida, da soporte a igualdad de género, apoya los medios de subsistencia, respeta la sostenibilidad ambiental, influencia en la solución de los litigios y puede reforzar la cohesión social. Recientemente, en junio de 2016, se añadió un capítulo específico en el texto de las directrices operativas de la Convención[5] acerca del tema, en sintonía con el esfuerzo global reflejado por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, de las Naciones Unidas. Esta Agenda se construyó de manera a que se alcance la protección y la mejora de los ecosistemas en conjunto con la eliminación de la pobreza y de la desigualdad, como también la mejora de la calidad de vida y prosperidad. Lo que se nota es que muchas de las contribuciones del PCI pueden ser considerados blancos a ser alcanzados o si volvieren en obstáculos para el efectivo cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para añadir a la discusión acerca del tema, presentamos algunas reflexiones sobre cultura, medio ambiente y modelos de desarrollo.

La riqueza y la diversidad cultural de la humanidad reflejan la infinidad de estrategias que grupos humanos distintos desarrollaron en relación a su medio ambiente y en función de su proceso de aprendizaje y en el propio contacto social. El amplio espectro de modelos de sociedad pasadas y presentes no deja dudas acerca de la capacidad humana de adaptarse y de innovar. Aunque tal pluralidad sea reconocida, hay mucho que hacer para que su capacidad de contribución sea incorporada a las soluciones que se utilizan para combatir los grandes problemas enfrentados en la actualidad, en especial los problemas ambientales y la desigualdad, que están en el cerne da Agenda 2030.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo – Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro (ONU 1992), impulsó el debate sobre desarrollo y sostenibilidad ambiental (Costanza 1997, 2007). El Plan de Aplicación, aceptado en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002, sancionó a los tres capitales – capitales ecológicas, socioculturales y económicas – para modelo de las analices de desarrollo sostenible (ONU 2002). Una contribución importante fue realizada por Telos (2002), que establece que el desarrollo comunitario debe basarse en el aumento equilibrado de estos tres capitales, lo que significa que las mejoras de un capital no deberían tener lugar a expensas de las demás. Las subsecuentes investigaciones teóricas y experimentales han refinado este enfoque, presentando el marco de Desarrollo de la Comunidad Sostenible, incorporando al modelo seis capitales comunitarios – natural, cultural, humano, social, físico (medio ambiente construido) y económicos (Roseland 2012). Cada capital presenta elementos y requisitos de desarrollo específicos en cada sitio y deben ser definidos en conjunto con la comunidad local (Telos 2002, Knippenberg et al. 2007).

Un abordaje de desarrollo sostenible que ha sido reconocido por Naciones Unidas – el Nexo (the nexus approach)[6] – reconoce la complejidad de los sistemas, defiende la integración de la gestión y de la gobernanza para el alcance de la eficiencia en el uso de los recursos, busca la interconexión y la sinergia entre diferentes sectores, en el espacio, para la reducción de externalidades económicas, sociales y ambientales negativas. En 2011, fue elaborado un documento preparatorio para la Conferencia de Bonn 2011 en que el abordaje de Nexo pasa a ser aplicado para el área de agua, energía y producción de alimentos[7] como forma de construir un modelo de gestión que refleja a las interrelaciones e interdependencias entre estos tres sectores (Hoff 2011).

La interdependencia que tiene el sector de energía y del agua es evidente, ya que 90% de los procesos de generación de energía a nivel global demandan grandes cantidades de agua.  Por otro lado, los procesos de gestión del agua, desde la captación, tratamiento y distribución están interconectados y dependientes de los procesos de generación y de disponibilidad energética. El acceso al agua y a la energía es fundamental para la producción alimentaria y están entre las más importantes preocupaciones de las naciones para los próximos años. Visiones integradas son importantísimas para la construcción de políticas eficientes de gestión, en especial ante los desafíos de optimizar recursos financieros escasos y de lograr éxito en el combate de la pobreza. Comunidades tradicionales reconocen la complejidad y la interconexión entre los elementos que componen su sistema de vida. Los aspectos ambientales no son considerados como recursos, mercancías o elementos aislados de la naturaleza, sino son percibidos en el conjunto del paisaje, como elementos interconectados y en situación de interdependencia. Podemos decir que las comunidades viven bajo la lógica de los nexos – los reconocen y consideran en sus prácticas. Es bajo este signo de las interrelaciones e interdependencia que se configura la cosmovisión de estas comunidades.

En el ámbito de los conocimientos tradicionales se presenta un tema fundamental que es el rol de las mujeres: en el manejo y obtención de recursos como el agua y la leña (una de las principales fuentes de energía en comunidades rurales); en la producción de alimentos y cuidados con la salud, y tantos otros. Según la FAO[8], las mujeres son responsables por producir más de la mitad de los alimentos del mundo, y esta proporción sube a más del 80 por ciento en regiones con inseguridad alimentaria, lo que lleva Vandana Shiva (2016, pag.113) a afirmar que mujeres son “expertas mundiales en biodiversidad, expertas en nutrición y economistas que saben producir más usando menos.” El agua y el género se constituyen como un nexo reconocido por las Naciones Unidas[9],[10], siendo la calidad de vida de las mujeres y niñas especialmente afectada por la limitación de acceso a higiene e instalaciones sanitarias adecuadas, con impactos, por ejemplo en la salud, nivel educacional y participación ciudadana y equitativa (Brewster et al. 2006, Cheng et al. 2011). Cultura y el género están asociados de manera indeleble a los ODS 1 hasta el 6 y del ODS 14 hasta el 17 (ver Figura 1). Justamente por eso, la asimilación de los aspectos culturales en los nuevos abordajes de promoción del desarrollo sostenible puede traer cambios significativos para el alcance de sus resultados.

Hasta el momento, tenemos más preguntas y reflexiones que respuestas, lo que es saludable y necesario para la construcción del conocimiento. Por ejemplo, pensemos en un proyecto sobre mejora de calidad de vida en una comunidad rural por medio del acceso a fuentes de energía alternativas. Asumiendo que la actual fuente energética es la leña y que las mujeres son responsables por obtener leña, ¿cómo este proyecto podría ser discutido en la comunidad desde la perspectiva de la cultura y género? ¿Hay estrategias de consulta y registro de los puntos de vista de las mujeres, además de la garantía de inclusión de los mismos puntos de vista en la propuesta de proyecto? ¿Cuáles son las otras actividades relevantes realizadas durante la búsqueda de la leña (recolectar hierbas medicinales, frutos nativos)? ¿Qué manifestaciones culturales y de identidad de la comunidad pueden ser afectadas con el fin de esta actividad (construcción de lazos e identidad entre las mujeres y las nuevas generaciones)? ¿Dejar de recoger la leña impactará la transmisión de conocimiento sobre el manejo de la foresta a los más jóvenes? ¿Se no fornece más la leña, la foresta seguirá siendo importante, o habrá el riesgo de deforestación? ¿Y más, el proyecto propuesto se alinea o no a lo que la comunidad entiende como calidad de vida? El suceso de los proyectos está directamente relacionado con las preguntas hechas y sus respuestas.

La metodología de trabajo participativo con el PCI puede contribuir para el alcance de los ODS en la medida que valoriza los conocimientos tradicionales y son llevados a cabo por las propias comunidades en un proceso de cooperación con técnicos y especialistas. Este trabajo conjunto genera la autonomía comunitaria y haz con que el proceso de toma de decisiones sea conducido de manera equitativa y desde la perspectiva presentada por la comunidad misma.

La mirada que propone UNESCO con la política de patrimonio inmaterial es la valoración de la cultura local, porque:

  1. Las soluciones son siempre locales, ya lo sabemos todos, y el conocimiento de la realidad local es especialidad de las comunidades portadoras: lo que funciona o no como solución para los problemas y por cual razón.
  2. Gran parte las técnicas de manejo ambiental tradicionales parten de la visión de integración y de la agroecología (como el manejo de semillas tradicionales y no modificadas), son mucho más sostenibles y, por eso, promueven una importante alternativa al modelo de producción agrícola en larga escala.
  3. No todas las soluciones necesarias para problemas locales suelen ser de ingeniería; en muchos casos, las soluciones son de gestión, gobernanza y conflictos internos y externos a los grupos y comunidades, los cuales están íntimamente asociados a los aspectos culturales y estructuras de poder tradicional.
  4. Aspectos rituales y cosmovisiones suelen impactar los temas involucrados con los objetivos del desarrollo sostenible, y para las culturas tradicionales, en muchos casos, espíritu y materia son inseparables, así como los varios elementos de la naturaleza. Y esta visión holística puede ser mucho importante para implementar acciones sostenibles.

Lo que la noción de patrimonio inmaterial aporta a los esfuerzos para cumplir los blancos de la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible es traer a la luz la concepción de cultura local como línea de base para las definiciones de las propuestas de desarrollo – desde la planificación e implementación hasta el monitoreo – como un amalgama que garantizará el suceso de iniciativas de desarrollo. Por otro lado, la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial depende de las comunidades encontraren el camino para una vida en equilibrio entre las condiciones ambientales, sociales y económicas. O sea, el desarrollo sostenible es también una condición sine qua non para que las comunidades puedan vivir y compartir sus propios valores.

En ese sentido, el aproximación entre las políticas del PCI, en el ámbito de la convención de 2003, y otras llevadas a cabo por las distintas organizaciones e instituciones de las Naciones Unidas (por ejemplo, las de Nexo), puede generar un efecto de potencializar sus respectivas acciones y la mejora de las condiciones de vida de las comunidades.

Referencias

Brewster, M. M., Herrmann, T. M., Bleisch, B and R. Pearl. 2006. A Gender Perspective on Water Resources and Sanitation. Wagadu 3: 1-23

Cheng, J. J., Schuster-Wallace, C. J., Watt, S., Newbold, B. K. and A. Mente. 2012. An ecological quantification of the relationships between water, sanitation and infant, child, and maternal mortality, Environmental Health, 11:4 DOI: 10.1186/1476-069X-11-4.

Costanza, R., B. Fisher, S. Ali, C. Beer, L. Bond, R. Boumans, N. L. Danigelis, J. Dickinson, C. Elliott, J. Farley, D. E. Gayer, L. M. Glenn, T. Hudspeth, D. Mahoney, L. McCahill, B. McIntosh, B. Reed, S. A. T. Rizvi, D. M. Rizzo, T. Simpatico, R. Snapp. 2007. Quality of life: An approach integrating opportunities, human needs, and subjective well-being. Ecological Economics 61: 267-276.

Costanza, R., R. d’Arge, R. de Groot, S. Farber, M. Grasso, B. Hannon, K. Limburg, S. Haeem, R. V. O’Neill, J. Paruelo, R. V. Raskin, P. Sutton and M. van den Belt. 1997. The value of the world’s ecosystem and natural capital. Nature 387: 253-260.

Hoff, H. 2011. Understanding the Nexus. Background Paper for the Bonn 2011 Conference: The Water, Energy and Food Security Nexus. Stockholm Environment Institute, Stockholm.

Knippenberg, L., T. Beckers, F. Hermans, W. Haarmann, J. Dagevos, and I. Overeem. 2007. 20 developing tools for the assessment of sustainable development in the province of Brabant, The Netherlands. Telos, Tilburg.

Roseland, M. 2012. Toward Sustainable Communities: Solutions for Citizens and Their Governments – 4th edition. New Society Publishers, Vancouver, B.C. 384 p.

Shiva, V. 2016. Who really feeds world: The failures of agribusiness and the promise of agroecology. North Atlantic Books, Bekerley, California. 165 p.

Telos. 2002. The Sustainability Balance 2001: Method. Telos, Tilburg. https://www.researchgate.net/profile/John_Dagevos/publication/ 255747024_20_DEVELOPING_TOOLS_FOR_THE_ASSESSMENT_OF_ SUSTAINABLE_DEVELOPMENT_IN_THE_PROVINCE_OF_ BRABANT_THE_NETHERLANDS/links/02e7e520a209a92845000000.pdf

[1] Antropólogo, M.Sc., facilitador de Unesco para el tema del Patrimonio Cultural Inmaterial

[2] Bióloga, M.Sc., estudiante de doctorado del Programa de Manejo de los Recursos Naturales y Medio Ambiente, en la Universidad Simon Fraser, Canadá; bolsista del CNPq/Brasil

[3] Ver: http://www.unesco.org/culture/ich/es/convenci%C3%B3n

[4] Entiende se por “‘patrimonio cultural inmaterial’ los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas – junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.” (retirado de la Convención 2003, Artículo 2.1)

[5] Ver: http://www.unesco.org/culture/ich/doc/src/2003_Convention_Basic

_Texts-_2016_version-SP.pdf

[6] https://flores.unu.edu/about-us/the-nexus-approach/

[7] http://www.unwater.org/topics/water-food-and-energy-nexus/en/

[8] http://www.fao.org/docrep/x0198e/x0198e02.htm

[9] http://www.unwater.org/topics/water-and-gender/en/

[10] https://www.unicef.org/education/index_focus_water.html

[11] http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/

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